Descubrir Sicilia significa también viajar en su maravillosa cocina, caracterizada por comidas ricas de especias, perfumes y colores.
En el monte Etna, gracias a las numerosas ferias, tendréis la posibilidad de probar castañas, nueces, pistachos, fresas, cerezas, y luego en los pueblos cercanos podríais comer los varios tipos de setas y los platos de carne, del castrato al horno, el chorizo cocido con hierbas y el delicioso falso magro.
Además os aconsejamos saborear las especialidades de berenjena como la celebre “parmigiana”, la berenjena rellena, la “caponata” y la riquísima pasta a la Norma, precisamente originaria de Catania.
Al final, no podréis perderos de pararos en frente de una escaparate de las golosas pastelerías sicilianas y aprovechar de: los helados de varios sabores como los que preparamos con el pistacho de Bronte, granizados de limón, almendra, morero, café y el bollo y mas postres de cualquier tipo.
Podríais pasear por los mercados llenos de frutas y verduras para hacer de vuestro viaje también una especial descubierta de los sabores mediterráneos.